El conserje es muy importante en un edificio. La labor de este profesional mejora la calidad de vida de los residentes en el edificio, ya sea de personas que tienen un piso en propiedad o en alquiler. El perfil de quien trabaja en este sector es el de una persona capaz de gestionar asuntos diversos que forman parte de la cotidianidad de una comunidad. Es decir, es un experto multiservicios. ¿Cuáles son las tareas de conserjería? ¡Descúbrelo a continuación!

7 funciones multiservicios

Te sorprenderá conocer todo lo que un conserje realiza:

1. Asesoramiento personal. Por medio de una actitud de atención y cercanía hacia los demás, el portero puede consultar dudas habituales. Por ejemplo, una persona nueva que llega al edificio en busca de un piso específico. Las habilidades sociales forman parte de este puesto de empleo. Sin embargo, esta labor siempre se lleva a cabo desde la discreción.

El profesional está presente en el lugar. Toda la información que percibe cada día debe ser tratada desde el respeto a la privacidad de quienes entran y salen del lugar. Esta es una de las razones por las que, para llevar a cabo esta labor, no solo es necesario tener habilidades específicas del puesto, sino también, inteligencia emocional. Es una persona que hace la vida más agradable a los demás con su sola presencia.

2. Su presencia también incrementa la seguridad de las viviendas, puesto que él conoce quién forma parte del grupo de vecinos y sabe qué personas son extrañas en ese círculo habitual. Este servicio puede estar presente durante el tiempo que la comunidad de vecinos estime oportuno a partir de sus propias necesidades. De este modo, la presencia del profesional resulta especialmente relevante durante el periodo de vacaciones o en fines de semana, cuando distintas viviendas quedan vacías al encontrarse las familias de viaje.

3. Solución urgente de imprevistos. Una comunidad de vecinos es dinámica. Por ello, si se produce una avería, tiene que encargarse de encontrar una solución eficaz. Generalmente, él se ocupará por sí mismo de esta tarea. No obstante, si es un asunto de mayor dificultad, contactará con especialistas para que se ocupen de ello cuanto antes. Como ves, esto mejora la calidad de vida de los residentes, ya que pueden delegar estas tareas en este profesional.

4. Mantenimiento de los espacios comunes. El portal es lo primero que ven los vecinos y las visitas cuando llegan al edificio, antes incluso de entrar a sus respectivas casas. Así, de la misma manera en que el orden y la estética de un hogar mejoran la calidad de vida de la familia, estas características también son muy deseables en un portal. Con el añadido de que, en este caso, son muchas las personas que entran y salen cada día del edificio.

Por tanto, el mantenimiento del orden en esta situación requiere un mayor seguimiento. Este trabajador realiza un excelente trabajo para que las estancias comunes del edificio estén en perfectas condiciones de salubridad.

5. Cuidado de la imagen. El portero representa a la comunidad en la que trabaja. Comunica más allá de sus palabras a través de su presencia. Por esta razón, el cuidado de la imagen también es relevante en este puesto de empleo. Es frecuente la utilización de un uniforme profesional, que también desempeña una función de identificación.

6. Gestión del correo. Cuando llega el cartero al edificio para dejar las cartas destinadas a los vecinos en los buzones, este trabajador es una figura de apoyo para realizar cualquier gestión de este tipo. Por ejemplo, si el cartero tiene alguna duda con una dirección, él puede asesorarle personalmente.

7. Mantenimiento de las zonas de exterior. Algunos edificios están perfectamente acompañados por zonas verdes que aumentan la belleza visual del lugar gracias a esta porción de naturaleza. Sin embargo, un jardín reclama un seguimiento y un mantenimiento constantes durante las distintas estaciones del año. Esta tarea de mantenimiento de la jardinería puede igualmente concretarse dentro del servicio de conserjería.

Tareas que no son obligatorias en la comunidad

Actualmente, la técnica y la maquinaria tienen cada vez más presencia en los distintos puestos de empleo. El profesional que realiza estas funciones en una comunidad de vecinos es un ejemplo de cómo la presencia personal resulta determinante en este caso, puesto que humaniza la propia convivencia de los vecinos.

Así mismo, es importante delimitar qué tareas no forman parte de la rutina cotidiana de quien ejerce esta labor. Por ejemplo, su papel no es el de hacer los recados personales de cada vecino.

La contratación de un conserje que, como tal, cotiza por su puesto de empleo y realiza importantes funciones profesionales, es una decisión frecuente en aquella comunidad de vecinos que quiere invertir en un servicio de excelencia. Un servicio que incrementa el bien común. Por tanto, valora la importancia de este servicio para ti y tu edificio.