Las vallas para piscinas son utilizadas en muchas de estas instalaciones, pero su presencia continúa siendo todavía irregular. Es obvio que suponen unas medidas de seguridad idóneas para salvaguardar la salud, sobre todo, de los usuarios más vulnerables.

A continuación, te informamos acerca de las características y ventajas que aportan estos elementos de seguridad. Toma nota.

Las empresas multiservicios aconsejamos estas vallas

En Bluetietar, como empresa multiservicios, te recomendamos hacer uso de esta clase de vallas, puesto que te van a proporcionar una seguridad adicional a las medidas que ya debes haber tomado. En especial, respecto a los niños más pequeños. Cuando nos referíamos a los colectivos más vulnerables, estábamos pensando, precisamente, en los chavales. Aunque también podemos hacer extensivo este concepto a las personas con movilidad reducida (básicamente, las mayores y discapacitadas).

Ten en cuenta que la primera precaución, la cual es innegociable, tiene que ver con que los mayores vigilen a los peques. Se trata de una prevención que no se puede delegar. Aunque hayas colocado elementos disuasorios (cubiertas, señales de prohibido…) o alarmas. Ten claro que haber empleado todo tipo de precauciones físicas en el camino hacia la piscina no te exime de estar controlando que los niños no entren a ella cuando no se lo permitas ni se caigan dentro. Anota este dato: el 76 % de este tipo de accidentes se produce por descuidos de los adultos.

Por su parte, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha señalado que los ahogamientos son las segundas causas de muerte entre las personas de entre uno y diecinueve años. Además, has de recordar que la mayoría de estos sucesos se produce en las piscinas privadas, como las de las comunidades de vecinos.

A pesar de las constantes reivindicaciones del Consejo Superior de Normalización y Seguridad Integral en Piscinas (CNORSIP), las vallas de seguridad con las que hemos empezado el artículo no son obligatorias en España. En este aspecto, organizaciones como la citada y los expertos del sector reclaman una homologación con las normativas que intentan poner más medios para garantizar la seguridad de los usuarios. Además de la estadounidense, destacamos la francesa, en la que se hace obligatoria la instalación de dispositivos protectores de las piscinas. En este caso, se permite optar entre alarmas, cubiertas, coberturas o vallas.

En cuanto a este último elemento, remarcamos que, aparte de ser el más popular de todos los nombrados, reduce el riesgo de ahogamiento en torno a un 95 %. Te preguntarás, por otro lado, qué tipos de vallas deben ser instalados. A grandes rasgos, se trata de cercados completos. Por tanto, el dispositivo tiene que aislar por completo la piscina tanto de la vivienda como del jardín junto al que pueda encontrarse.

Por lo que respecta a otras características físicas de este vallado, este ha de abarcar todo el perímetro de la piscina. Aparte, su altura debe de ser suficiente para que los niños no puedan saltarlo. Entre el suelo y el borde inferior del cercado, por otro lado, no habrá más de 10 cm. De este modo, los pequeños no podrán pasar por debajo. Asimismo, la puerta ha de contar con un cierre automático, el cual se encontrará fuera del alcance de los chavales (como mínimo, a 1,34 m).

Acuérdate, por último, de que las vallas no tienen que impedir que puedas ver la piscina,de hecho, las hay transparentes. Cuando los bebés o niños muy pequeños se ahogan, al contrario de lo que sucede con las personas mayores, lo hacen en silencio. En uno o dos minutos pueden haber fallecido. Por lo tanto, es importante que las características del vallado no te perjudiquen a la hora de controlar todo lo que pasa en la piscina. En situaciones de máxima tensión cada segundo cuenta y necesitas, además de protección, que la valla no te tape la visión de lo que pueda estar sucediendo en la piscina.

Las medidas de seguridad en la piscina empiezan por las vallas

Como sucede con el resto de medidas de seguridad en la piscina que puedes elegir, los cercos para piscinas destacan por la diversidad de sus prestaciones. En este sentido, lo primero que debes valorar es si colocar vallas fijas o desmontables. Esta decisión dependerá, lógicamente, del plazo de tiempo durante el que vas a tener esta necesidad de protección. Las fijas requieren anclajes (como los que se introducen en los agujeros) o soldaduras en el suelo, mientras que las provisionales son de quita y pon.

En todo caso, resulta fundamental que estos elementos sean instalados por profesionales y cumplan con las homologaciones de calidad internacionales. Por ejemplo, en los materiales. Entre los que puedes elegir para las vallas, sobresalen los siguientes: vidrio, metacrilato, poliéster plastificado, madera y sus imitaciones, bambú, acero inoxidable, resina, aluminio, PVC, hierro forjado, etc.

En definitiva, aumenta la protección mediante las vallas para piscinas y evita lamentables incidentes.