Las ventajas de las piscinas con cloración salina son muchas y muy positivas, pero es fundamental controlar el nivel de sal para que el clorador actúe de forma adecuada y el agua esté siempre en perfectas condiciones. Pero además de al clorador debes prestar atención a otros indicadores.

¿Cuándo debes revisar el nivel de sal?

Si la piscina o piscinas se encuentran en una comunidad de vecinos, lo normal es que la empresa de multiservicios contratada se ocupe de comprobar el estado de la misma periódicamente. Pero si es el presidente o alguna persona concreta la que deba llevar a cabo este cometido, es imprescindible que al menos lo haga una vez al mes.

¿Cómo se comprueba el nivel de sal y qué cantidad hay que añadir?

Las tiras de AquaCheck son el método más sencillo y rápido. El procedimiento es muy fácil, llena un vaso con al menos un centímetro de agua de la piscina, introduce la tira analítica y espera a que la línea amarilla vire a un color negro. Retírala del vaso. Comprueba su valor y compáralo con la tabla que aparece en el envase de las tiras.

Por último, en función de tu clorador salino deberás calcular una cantidad de sal u otra. Por regla general se necesitan cinco mil miligramos por litro.

Según la tabla, si la medición es de 6,6, la piscina contendría unos 3500 miligramos por litro. En caso de que la piscina tuviera un volumen de capacidad de 50 metros cúbicos, restarías 3500 a los 5000 y ese valor lo multiplicarías por 50, así obtendrías los gramos de sal que necesitaría tu piscina para tener un nivel óptimo. Dividiendo esa cifra por 1000 obtendrías los kilogramos, que, en este caso, con los datos ofrecidos, serían 75.

Indicadores clave en piscinas de cloración salina

Gracias a la sal se consigue una cloración o electrólisis salina para que el agua esté transparente, sana y limpia, evitando tratar el agua con otros productos químicos y garantizando la desinfección total de la misma.

Además de la sal, también se pueden utilizar otros compuestos como el cloruro magnesio, pero eso requiere la instalación de un aparato acorde y que se conecte con el sistema de filtración.

En el proceso de cloración salina se produce ácido hipocloroso por disociación del cloruro sódico que será el encargado de la desinfección del agua. El pH debe ser el adecuado para que se produzca un circuito cerrado permanente. Durante el proceso y con el paso del tiempo, el agua se evapora y es necesario añadir sal para garantizar una óptima concentración y controlar otros parámetros como la floculación, el cloro libre o el antialgas, entre otros.

Controlar el equilibrio del agua

El indicador al que se hace referencia cuando se habla del equilibrio del agua es el pH. Este ha de situarse siempre entre 7,2 y 7,4. Es muy importante que el grado de alcalinidad y el contenido de sal sean los adecuados para evitar irritaciones y daños en piel y mucosas.

Control de los niveles de metales y cal en el agua

El control de la dureza del agua se hace con el TH. Sus valores ideales están entre 10 º f y 35 º f. Si este valor es muy alto, el electrolizador puede contener incrustaciones de cal e incluso alterar la superficie de los electrodos del aparato.

Desinfección

Se puede programar el sistema de filtrado del agua durante unas ocho horas diarias. Los expertos suelen recomendar hacerlo en las horas diurnas para que la radiación solar aporte máxima eficacia al magnesio o a la sal una vez electrolizados.

Limpieza de la célula

Al menos una vez al mes se debe comprobar que esté limpia, junto con todos los elementos metálicos

Fugas de agua o entradas de aire

Para su comprobación hay que asegurarse de que el suelo esté completamente seco. Si hay una fuga, lo normal es que entre aire y salga agua. Si, cuando se detiene la depuradora, se vacían las tuberías es síntoma de que existe un problema, al igual que si los chorros de impulsión no están sumergidos.

En el caso de los filtros de arena, si la junta no está bien, al arrancar la bomba, la presión hace que se asiente y se selle adecuadamente, pero al detenerse se separa y deja entrar el aire.

Cloro

Toma una muestra de agua de los chorros de impulsión en cada uno de los extremos de la piscina. La diferencia debe ser notable. En caso contrario puede ser porque el clorador esté parado o no produzca porque pueda estar en un proceso de autolimpieza.

Si todos estos indicadores están correctos, la instalación está en optimas condiciones.

Si tienes una piscina de cloración salina, revisa periódicamente todos estos parámetros. Si te resulta complejo, contáctanos, pondremos a tu disposición a los mejores profesionales para el completo cuidado de tu comunidad de propietarios.