Tener una piscina es un gran atractivo para cualquier comunidad de vecinos, pero es importante mantenerla en buen estado y realizar ciertos cuidados. La limpieza y la cloración de las piscinas es imprescindible, pero ¿cuál es el efecto del cloro en las piscinas y cómo se controla? Vamos a verlo.

Control del pH

Mucha gente piensa que con echar cloro al agua es suficiente para desinfectarla, pero esto no es así. No solo hay que controlar la cantidad de cloro, sino que también se tiene que vigilar el pH. ¿Por qué? Porque el cloro libre -el que está disuelto en agua- puede aparecer en dos formas diferentes: ión hipoclorito y ácido hipocloroso.

El primero desinfecta mucho menos que el ácido hipocloroso, que resulta mucho más eficiente en su propósito. Para conseguir entonces que el cloro se manifieste de esta manera, se tienen que mantener unos niveles de pH determinados. Sin embargo, has de tener en cuenta que el agua tampoco puede ser demasiado ácida, ya que entonces será nociva para la gente que quiera bañarse.

Por ejemplo, un nivel de pH de 4 o 5 sería muy eficiente en lo que a desinfección se refiere, pero no permitiría meterse en la piscina. Para encontrar el equilibrio, el pH debería estar entre 7,2 y 7,4. De esta manera los propietarios pueden bañarse y estar seguros de que el agua está desinfectada.

Mantenimiento de piscinas: la cloración

Ya sabes cómo debe controlarse el nivel de pH, pero ¿cuánto cloro hay que poner? Como medida estándar, podemos decir que sería ideal echar por cada 15 m3 de agua unos 20 gramos de cloro, aproximadamente cada cinco días. Sin embargo, lo que se debe hacer es ir midiendo las cantidades de cloro que quedan una vez desinfectada el agua. La Organización Mundial de la Salud dice que debería haber entre 0,2 y 0,5 miligramos de cloro libre por litro de agua.

Esta medición conviene hacerla un poco lejos del punto en el que se suministra el cloro, ya que de lo contrario podría estar sesgada. Si hay menos de 0,2 miligramos de cloro, habrá que echar un poco más.

Otros aspectos a tener en cuenta

Es importante tener en consideración que, aunque no demasiado, sí que debe pasar un tiempo desde que se pone el cloro hasta que hace su efecto. Por ejemplo, a unos 18 grados hará falta una media hora para que el cloro termine de desinfectar el agua. Si esta está más fría habrá que esperar más.

Por otro lado, ten en cuenta que el pH y los niveles de cloro pueden cambiar muy fácilmente, y que incluso podrían alterar el color del agua en pocos días. Si dejas que esto suceda tendrás que añadir productos extra o depurar el agua, lo que supone un coste superior.

Para evitar estos inconvenientes lo mejor es medir los niveles y hacer tests complementarios de forma periódica. Para ello deberías contar con kits de análisis y, preferiblemente, con profesionales que se ocupen de todos estos aspectos.

Una confusión habitual

Una última consideración que debemos hacer es que un olor fuerte a cloro no quiere decir nada. Muchas veces tendemos a pensar que esto significa que la piscina está mejor desinfectada, pero no es cierto. Este olor lo producen las cloraminas, que derivan del cloro combinado.

El cloro combinado es el que se mezcla con materias orgánicas -como la orina o el sudor de los bañistas- o amonio. La capacidad de desinfección de este tipo de cloro es muy limitada y evidentemente no es ideal tenerlo en gran cantidad.

Lo que sucede es que muchos medidores detectan solo el cloro residual libre, pero no se hacen eco de la cantidad de cloro combinado que hay en el agua. Este se detecta con kits de análisis más avanzados que nos permiten tomar las medidas adecuadas. En el caso de que sea preciso, se puede contrarrestar este nivel alto de cloro combinado con técnicas como la supercloración o la del oxígeno activo. Es cierto que con la primera no se podrá usar la piscina por unos días, pero también es verdad que el agua estará luego en mejores condiciones.

Empresa de multiservicios y cuidado de piscinas

Ya conoces el efecto del cloro en las piscinas, y has visto que el mantenimiento de las mismas es complejo y conlleva mucho trabajo. Con nuestro servicio de cuidado de piscinas no tendrás que preocuparte de nada. Nuestros profesionales se ocuparán de preparar el agua antes de que llegue la temporada, de mantenerla en buen estado durante el verano y de cuidarla cuando este termine. De esta manera te asegurarás de que los propietarios de tu comunidad tienen siempre la piscina a punto, así como de que el trabajo lo hace una persona cualificada y capaz de hacer frente a cualquier tipo de inconveniente.