La limpieza de comunidades es una tarea que hay que tener en cuenta en todos los edificios. Sobre todo cuando se trata de una construcción grande y con muchos vecinos, estas funciones pueden volverse inabarcables para los habitantes de la comunidad. Por este motivo, en muchos casos se acude a empresas multiservicios que se encargan del mantenimiento de las zonas comunes.

Sigue leyendo si quieres saber en mayor detalle en qué consiste la limpieza de una comunidad.

¿Por qué es importante la limpieza de comunidades?

Has de tener en cuenta que las zonas comunes reciben mucho tránsito de personas. Todos los vecinos pasan por las áreas comunes varias veces al día y esto hace que la suciedad se acumule. Por eso mismo es necesario llevar a cabo una estricta rutina de limpieza, ya que el polvo y las bacterias pueden llegar a ocasionar problemas para la salud.

Asimismo, el descuido de la comunidad puede llevar a veces a malentendidos entre los propietarios. Para evitar conflictos derivados de este tema, lo mejor es que tu edificio esté bien cuidado, y para ello un consejo es que contéis con profesionales.

¿Qué tareas han de formar parte de la limpieza de comunidades?

Lo primero es delimitar cuáles son las zonas comunes. Antes de elaborar un plan de limpieza, es importante saber cuáles son las áreas de las que se tiene que ocupar el responsable del mantenimiento. Estas suelen ser el portal, la escalera, el ascensor, sótanos, trasteros, garajes, patios y otras zonas de uso y disfrute para los habitantes como los gimnasios y las piscinas que puede haber en comunidades más grandes.

Limpieza del Portal

El portal es una zona por la que se transita muchas veces cada día y por eso es una de las que acumulan más suciedad. Por esta razón, barrer y fregar el suelo a diario es una de las tareas prioritarias en la limpieza de la comunidad.

Asimismo, en los portales suele haber cristales y espejos que dan mala imagen si están sucios. El responsable de la limpieza deberá ocuparse de lavarlos cada pocos días, así como ocuparse de regar las plantas que haya en la zona.

Por último, hay que hacer referencia al tipo de suelo. Si este está tapizado o tiene moqueta, habrá de lavarse en profundidad periódicamente. Esto implica el uso de detergente o de una máquina de vapor a presión. En el caso de que sea de madera o mármol, tendrá que abrillantarse y pulirse. Ten en cuenta que, ante estas características, lo mejor es contar con personal que conozca cómo tratar los materiales.

Escalera y ascensor

Si el portal recibe a muchas personas a diario, esto no es diferente con la escalera y el ascensor, por lo que estas también son áreas que tendrán que limpiarse a diario. En las escaleras lo mejor es retirar primero el polvo de las barandillas, pues es donde más se acumula.

En cuanto al ascensor, no hay que olvidarse de los focos ni de los espejos que hay en muchos casos.

Patios y jardines

Por supuesto, los patios y jardines no escapan a las necesidades de limpieza. No obstante, no se pueden dar unas pautas comunes que sirvan para todos los casos, pues no es lo mismo un patio con baldosas que un jardín con césped y repleto de árboles. En este último caso, sí que habrá que retirar las hojas secas en las épocas en las que la caída es más frecuente.

Por otro lado, recuerda que las comunidades con piscina tienen unas necesidades mucho más complejas, pues hay que tratar el agua de la manera apropiada, en este sentido recomendamos la cloración salina la cual es eficaz y respetuosa con el medio ambiente.

Basuras y limpiezas especiales

Por supuesto, el principal foco de las bacterias son los cubos de basura. Si tenéis cubos de basura comunes en el edificio, alguien tiene que ocuparse de sacarlos en el momento apropiado y de desinfectarlos. De lo contrario, solo conseguiríais tener malos olores en la comunidad, además de plagas indeseadas de insectos. En definitiva, esta es una de las tareas más relevantes, ya que podría conllevar problemas importantes para la salud si no se lleva a cabo correctamente.

Por último, con limpiezas especiales nos referimos a pequeños recovecos que no están a la vista pero que también han de limpiarse. Estos son, por ejemplo, los contadores. Con una buena limpieza se pueden prevenir averías evitables, de modo que es fundamental enfocar esta tarea una o dos veces al año.

Como has podido ver, la limpieza de comunidades es fundamental para evitar condiciones insalubres y conflictos entre los vecinos. Si queréis ahorrar tiempo y lograr que todas estas tareas resulten de una manera especialmente eficaz, lo que os recomendamos es que acudáis a profesionales de la limpieza. De esta manera, la comunidad estará siempre en el mejor estado posible para que disfrutéis de todas sus instalaciones sin preocuparos por la suciedad