El coche eléctrico ya es una realidad en España. Los más de 40 modelos diferentes que puedes ver en las carreteras así lo confirman.

El avance tecnológico es importante, pero todavía existen muchas parcelas para mejorar, como la infraestructura para realizar las recargas. Ahora mismo, debido a la falta de opciones para recargar tu coche en la vía pública, puedes instalar un punto de recarga en tu garaje comunitario o particular.

Recargar un coche eléctrico en tu propio garaje tiene innumerables ventajas. Entre ellas, la comodidad que representa o la posibilidad de hacerlo a temperaturas menos elevadas, lo que evita el deterioro de la batería.

¿Qué hacer si tu garaje comunitario no tiene ningún punto de recarga para el coche eléctrico?

Lo cierto es que, según la normativa, en las viviendas de nueva construcción debe aparecer una preinstalación para poder recargar este tipo de vehículos. Así, es más sencillo realizar la instalación necesaria en cada plaza. De hecho, en los aparcamientos de uso público y de empresas es obligatorio que haya una estación de recarga cada 40 plazas.

Si en tu caso el garaje es comunitario, ¿cómo deberías proceder?

En primer lugar, debes informar a la comunidad al ir a realizar una instalación en un elemento común. La Ley de Propiedad Horizontal del año 2009 sufrió una modificación para que esta instalación se someta a la aprobación de una junta de vecinos. Debes informar por escrito y de manera oficial al administrador de la finca o al presidente de la comunidad y guardar una copia que pueda servir como justificante.

Tras este trámite, se ha de contactar con un instalador autorizado electricista para que la instalación se realice garantizando su calidad y seguridad. Esto se consigue mediante un sistema de protección de línea para evitar sobretensiones y posibles contactos indirectos.

¿Cómo actuar si no vives en el mismo edificio en el que se encuentra el garaje?

Si no vives en el mismo edificio o no se puede realizar una derivación desde tu propio contador, puedes optar por hacer una derivación desde el contador eléctrico del garaje.

Hace falta instalar un segundo contador para que la comunidad de propietarios pueda indicarte la electricidad consumida en tu punto de recarga y puedas realizar los pagos.

En este caso concreto, la comunidad debe aprobarlo en junta tras recibir tu información.

¿Cómo actuar si vives en el mismo edificio en el que se encuentra el garaje?

En este caso, lo normal es derivar la instalación eléctrica de tu vivienda hasta la plaza de garaje. Una vez realizado tienes dos opciones: utilizar el suministro eléctrico o hacerlo desde el cuadro general de protección y mando de tu vivienda.

La instalación es más económica si se utiliza el suministro eléctrico porque hay que recorrer menos distancia con los cables y, por tanto, la instalación será de menor coste. La condición indispensable para que esto se pueda hacer es que el contador sea electrónico o digital.

La otra opción es más costosa, hablando en términos económicos, pero se puede tener control directo del punto de recarga desde la propia vivienda. El coste de esta operación, no suele superar los 2000 euros.

Nuevo suministro

Otra de las opciones es contratar un suministro eléctrico nuevo con su propio contador y su pago mensual o bimensual, según corresponda.

En resumidas cuentas, tendrías tu suministro para tu vivienda con un contrato y otro contrato adicional para el punto de recarga de la plaza de garaje. Esto supone un mayor gasto, debido a que se pagarían dos alquileres de contador.

Para instalar un nuevo suministro, se puede proceder de dos formas diferenciadas:

Utilizar un gestor de carga que costearía la instalación y está autorizado para revender energía. Él pagaría a la compañía eléctrica el consumo y suministro. Los gestores de carga suelen ofertar bonos o una tarifa plana, así que tú pagarías lo estipulado a este gestor. Esta forma es muy adecuada cuando alquilas una plaza de garaje.

– Otra alternativa es utilizar una instalación troncal, es decir, una instalación con un contador principal que se usa en varios puntos de recarga. Esta opción es muy recomendable para garajes ubicados en diferente localización que la vivienda.

¿Es compleja la instalación?

Cuando el edificio no tiene una preinstalación, colocar un punto de recarga puede ser más o menos complejo en función de las condiciones en que se encuentre el edificio.

La instalación del punto de recarga debes costearla al 100 %. Además, durante el proceso no se deben dañar los elementos comunes del edificio, pues también costearás las posibles reparaciones.

Habitualmente se utilizan los falsos techos o la opción de dejar los cables vistos, ya que al ser un garaje no se suelen alegar problemas estéticos para impedirlo. Tanto para el resto de vecinos como para ti, esta última opción es más cómoda que realizar obras de albañilería para ocultarlos.

En la plaza de garaje estará la base mural de carga, el diferencial y el cuadro de mando adecuados a tu coche eléctrico. Infórmate ya de nuestras opciones multiservicios para comunidades.