Tras una reforma, la rehabilitación de edificios o la finalización de una obra nueva, es necesario realizar una limpieza profunda para que todos los espacios luzcan perfectos. Para ello, lo mejor es contar con una empresa de profesionales de la limpieza o una empresa de multiservicios que, además de trabajos de mantenimiento, sepa perfectamente cómo realizar una limpieza de obra.

Cómo realizar una limpieza de obra

Es normal que encuentres manchas, restos de pintura, de adhesivos y suciedad en general. La disyuntiva principal, en estos momentos, suele ser si eliminarlos por ti mismo o si contar con una empresa de profesionales de la limpieza. Para que puedas tomar la mejor decisión, presta atención a todo lo que viene a continuación.

Toda obra siempre supone una gran tensión y estrés, a lo que hay que sumar el tremendo esfuerzo mental que tiene la limpieza de la misma.

Si cuentas con una empresa de multiservicios para realizar esta tarea, tendrás a tu disposición a profesionales especializados en resolver cualquier tipo de mancha sin que ninguna superficie pueda deteriorarse y obteniendo una desinfección e higiene completas.

Planificación de los utensilios para limpieza de obra

El primer paso para poder realizar una limpieza de obra es organizar y establecer todos los productos, maquinaria y utensilios que se van a necesitar para obtener un acabado profesional:

  • Cubos y cubetas.
  • Distintas esponjas de fibra y con estropajo.
  • Mopas para desempolvar.
  • Mopas de fregado y fregonas.
  • Bayetas de diferentes texturas.
  • Cubos con sistema de escurrido.
  • Espátulas y rasquetas.
  • Raquetas limpiacristales.
  • Productos específicos para limpiar todas las superficies y que no sean corrosivos.
  • Aspiradoras.
  • Máquinas rotativas.
  • Máquinas champuneadoras para revestimientos textiles o moqueta.
  • Máquinas de vapor para la limpieza de diferentes superficies.
  • Desinfectantes de superficies y productos multiusos.
  • Detergentes anti cal.
  • Ceras en distintos formatos.
  • Agua ionizada para desinfección y limpieza.
  • Mascarillas protectoras.
  • Monos de trabajo y calzado de protección.

Una vez está todo debidamente planificado, puedes proceder a la limpieza. Lo primero es limpiar el polvo residual. Si las superficies son muy amplias es recomendable utilizar aspiradores industriales o escobas automáticas que deben tener los filtros adecuados.

Una vez que se retire el polvo, es momento de prestar atención a las manchas puntuales que puedan existir, como los restos de pegamento, cemento, silicona, etcétera.

Para eliminarlas se tendrán que utilizar productos adecuados, espátulas y estropajos. Posteriormente, hay que limpiar el polvo de las ventanas, las puertas, marcos y manivelas. Después hay que ocuparse del de los techos y paredes con ayuda de una aspiradora y un mango telescópico. Luego es momento de eliminar los restos de adhesivos con un disolvente específico y los útiles oportunos.

Para las superficies alicatadas, en primer lugar se aspirará o se pasará una mopa y se cambiará el recambio cada vez que sea necesario. Una vez eliminado el polvo, es el momento de realizar un fregado profesional con una máquina de vapor en los azulejos y sanitarios para conseguir un resultado impecable.

En el interior de los armarios, cajones y vestidores se realizará una limpieza en seco.

El polvo ha de limpiarse también de los puntos de luz, interruptores y enchufes, así como en los radiadores, rejillas de ventilación y maquinaria.

Ahora es necesario limpiar el alféizar de las ventanas, las persianas y el marco de las ventanas. Para limpiarlas hay que retirar el polvo y eliminar con un disolvente específico todos los restos de adhesivos y manchas resistentes.

Posteriormente, limpia con un detergente antivaho los cristales y retíralo. Después, elimina los cercos que queden con una bayeta especial. No olvides quitar la suciedad de los anexos exteriores como las jardineras o los enrejados de los balcones, entre otros.

Para finalizar, utiliza ceras y productos abrillantadores. Conseguirás el acabado más brillante para tus suelos.

Una vez realizada la limpieza, ya puedes trasladar todos tus enseres y muebles con la garantía de que el espacio está completamente higienizado y limpio.

Trucos para limpiar después de una obra

Ya sabes que barrer no es lo prioritario, pues eso esparcirá el polvo de un lugar a otro en vez de eliminarlo. A continuación, te ofrecemos dos trucos muy sencillos para eliminar de forma efectiva el polvo y la suciedad del suelo.

  • Coloca un ventilador que apunte hacia la ventana y ábrela. De este modo, expulsarás el polvo y las partículas acumuladas en el ambiente.
  • Por otro lado, puedes utilizar un robot aspirador para limpiar el suelo. Recogerá toda la suciedad. Tras unas cuantas pasadas, es necesario que limpies su filtro para que pueda seguir limpiando la superficie.
  • Para limpiar las paredes y los techos sigue los siguientes consejos:
  • Sumerge una mopa en un cubo de agua, escúrrela y utilízala para fregar el techo y la pared, de la misma forma que lo harías con el suelo.

Con todos estos trucos podrás realizar perfectamente la limpieza tras una obra. Aunque, si realmente quieres tener una limpieza exhaustiva y profesional de tu vivienda, contacta con nosotros y te enviaremos a los mejores profesionales de la limpieza.