Tener una piscina en casa es algo que resulta atractivo para mucha gente, pero hay que ser conscientes de que acarrea sus peligros. Sobre todo nos referimos a los niños, que suelen salir corriendo en el momento menos esperado y pueden llegar a caer al agua. En el caso de que no sepan nadar, realmente podría haber consecuencias muy graves. ¿Se pueden evitar? En la mayoría de los casos, bastaría con poner vallas en las piscinas para reducir notablemente el riesgo de accidentes.

¿Es obligatorio por ley tener vallas en las piscinas?

En España, por el momento, no hay ninguna ley que indique la obligatoriedad de contar con vallas en estas instalaciones. Sí que es cierto que hay colectivos que piden que se legisle al respecto, pero por ahora son las comunidades autónomas y las mismas propiedades las que deciden si se aplican o no unas normas básicas.

Lo que sí que puedes hacer es considerar las leyes de otros países para aplicar en tu comunidad unas normas responsables. No hace falta que vayas muy lejos: en Francia sí se recoge la necesidad de proteger las piscinas. Es importante que sepas que no es imprescindible instalar necesariamente una valla -también sirven, por ejemplo, las cubiertas-, pero es una de las opciones principales.

¿Cómo deben ser estas vallas?

Una vez más, hemos de decir que en España no hay normativa al respecto, pero podemos remitirnos a las indicaciones que se siguen en el país vecino. Se trata de las recogidas en AFNOR NFP 90-306, donde se contemplan algunos requisitos que también pueden ser útiles para tu comunidad de vecinos.

¿Qué deben cumplir las vallas de tu piscina? Lo primero es que deberán tener una altura de 120 cm y no podrá haber elementos alrededor que permitan escalarlas. Imagina que tienes una valla alta, pero dejas una silla justo al lado: el niño podrá subir y no servirá de nada. Vigila que no haya mesas, sillas ni ningún otro objeto que pueda servir a los pequeños para pasar al otro lado de la valla.

Por otro lado, será necesario que esta estructura se abra hacia el lado contrario a la piscina y que cuente con un mecanismo de autocierre. Los vecinos, sobre todo durante su tiempo de ocio, tienen despistes, dejan las puertas abiertas y los niños son más rápidos de lo que puedes imaginar. Habiendo agua cerca esto puede resultar muy peligroso. Con un sistema de autocierre evitas todas las consecuencias que puedan derivar de estos descuidos.

Por último, y aunque parezca evidente, la valla no puede ocasionar lesiones al contacto.

¿Por qué hay que considerar este elemento en el mantenimiento de piscinas?

Aunque no sea obligatorio por ley, es muy aconsejable contar con este dispositivo de protección. Como decíamos al principio del artículo, los niños juegan y no son del todo conscientes del peligro. Sin embargo, una mala caída puede llegar a ocasionar la muerte. Aunque las personas adultas son menos vulnerables, también has de pensar que no todo el mundo sabe nadar, por lo que cualquier precaución se agradece.

De hecho, en Francia se ha demostrado que el número de accidentes mortales en piscinas ha disminuido con la aplicación de esta normativa, por lo que se hace evidente que las vallas son útiles en estas instalaciones. Hay quien asocia las piscinas con el peligro, pero lo cierto es que este se reduce en gran medida gracias a elementos de protección como el que te estamos planteando. Así pues, no es necesario renunciar a la diversión que proporcionan las piscinas; solo hay que tener cuidado y adoptar ciertas precauciones.

También habrá quien se queje por el impacto estético, pero lo cierto es que tienes una gran variedad de opciones. Tienes vallas fijas, ancladas en el suelo, pero también las hay desmontables, las cuales puedes retirar sin grandes complicaciones. Esta última opción es adecuada si, por ejemplo, cubres la piscina cuando se acaba la temporada de baño, ya que entonces puedes retirar la valla hasta que se vuelva a abrir.

Por otro lado, hay vallas de diferentes materiales: madera, vidrio y aluminio son solo algunos de ellos. Cada uno tiene características que lo hacen más idóneo para uno u otro caso. Al margen de esto, todos ellos aportan un aspecto diferente. De esta manera puedes elegir el que rompa menos la estética del edificio.

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Ya has visto que, aunque la legislación española no obliga a ello, es muy recomendable instalar vallas en las piscinas. Sin embargo, hay más aspectos que deberás considerar para que la piscina de tu comunidad sea segura y apta para el baño. Si quieres buenos resultados, puedes ponerte en contacto con nosotros y te proporcionaremos personal cualificado y especializado en el mantenimiento de piscinas, tanto durante la temporada de baño como antes de que empiece y una vez terminada.