Muchas actividades pueden entorpecer el buen uso de espacios comunes. Caídas de ramas y árboles, daños provocados por alguna fiesta comunitaria o el paso del tiempo son algunos de los motivos por los que estos lugares necesitarán una reparación. Algo frecuente que, sin embargo, genera muchas dudas sobre si la responsabilidad es individual o compartida.

Responsabilidad individual o compartida

Para que los rellanos y otros espacios comunes no se conviertan en un lugar de conflicto, hay que conocer que la Ley de Propiedad Horizontal regula quién debe pagar qué en caso de averías o desperfectos. Si tienes alguna duda, este artículo te será de gran ayuda.

Responsabilidad individual del uso de espacios comunes

Con el buen tiempo, las fiestas en las zonas comunes aumentan. Estas celebraciones pueden discurrir sin percances, pero en ocasiones las puertas, cristales o paredes se dañan. Incluso sin estos acontecimientos, los niños, jugando, pueden provocar desperfectos que después habrá que reparar.

En estos casos, la ley expone que aquel que cause el daño, por acción u omisión, está obligado a repararlo. Además, serán los padres o tutores de los niños, los que se hagan cargo de los desperfectos que hayan podido causar.

De este modo, los propietarios deben respetar tanto las zonas comunes e instalaciones generales de la comunidad, como sus propias viviendas u otros espacios privativos. Hacer un uso adecuado de ellas y evitar que se causen desperfectos o daños. En caso de que no se cumpla y se esté perjudicando a la comunidad, tendrá que resarcir a sus vecinos y correr con los gastos.

Por otra parte, si el gasto proviene de la instalación de un punto de recarga para coches eléctricos, es el interesado y no toda la comunidad el que debe afrontarlo.

Responsabilidad colectiva

Los casos en los que la responsabilidad de la reparación de daños o mejoras en las zonas comunes es colectiva, son mucho más amplios y variados. Generan además una gran controversia. Entre ellos se encuentran las caídas de árboles, reparaciones en el ascensor, puertas o ventanas comunes si no se han dañado por el uso negligente de un vecino o necesidades especiales de algún propietario.

Es común que la edad, el mal mantenimiento o las borrascas provoquen la caída de árboles y ramas. O que los debiliten y deban ser retirados. Cuando esto ocurre con árboles de una comunidad de vecinos, son ellos, los propietarios, los que deben hacerse cargo de retirarlo o arrancarlo. Siempre y cuando no haya sido por una causa mayor. En caso de que ellos no puedan, lo hará un mandato de la Autoridad a su costa.

Los propietarios también tienen que hacerse cargo de los daños producidos por la caída de los árboles, con la misma excepción que el caso anterior. Que no haya sido producida por una causa mayor (terremoto, temporal, huracán).

Concretamente en Madrid, el reglamento recoge que los propietarios del arbolado urbano están obligados a su conservación, mantenimiento y mejora. Para ello, deberán realizar todas las actividades necesarias para garantizar un estado adecuado de los ejemplares. Así como pagar, en conjunto, los posibles daños o desperfectos que cause su caída.

Las talas, reguladas por la ordenanza municipal, deberán comunicarse previamente y realizarse con total seguridad y cautela. En caso de que los árboles se encuentren dentro del Catálogo de Árboles Singulares, habrá que solicitar una licencia antes de empezar el proceso.

En cuanto a las podas, la ordenanza recoge que deben ser motivadas y realizarse bajo el juicio de un experto técnico. Se evita así una tala drástica e indiscriminada.

La comunidad de vecinos también tiene que deshacerse de los residuos generados. No pueden depositarse en los contenedores comunes, sino que deben ser trasladados a un Punto Limpio. Si la cantidad es superior a 250 litros hay que entregarlos a una instalación autorizada. Además, está totalmente prohibido quemar los residuos en los espacios públicos.

Por otra parte, si los ascensores, escaleras, puertas u otro tipo de espacios e instalaciones comunes se estropean, es la comunidad la que debe hacerse cargo de la reparación. Salvo que el daño haya sido provocado por el uso negligente de alguno de los propietarios. En ese caso, será el infractor el que lo abone.

Los propietarios tienen que enfrentar los gastos comunes dependiendo de su cuota de participación. El coste de las obras de mantenimiento son de obligado cumplimiento. Además, si se aprueba por mayoría simple, el resto de vecinos podrá sufragar el impago de otros.

En caso de que se necesite instalar un ascensor o se deba acondicionar alguna zona por necesidades especiales de un vecino, la responsabilidad es de todos los propietarios. La ordenanza recoge que la no utilización de un elemento no exime de su pago.

En definitiva, ahora que ya conoces las responsabilidades del uso de espacios comunes, desde BlueTietar multiservicios nos ponemos a tu disposición para velar por el buen funcionamiento de tu comunidad y sus espacios comunes.

 

 

 

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