La comunidad de vecinos y, en realidad, cualquier inmueble o edificio, están expuestos a un alto riesgo de invasión de plagas. La razón es que estas construcciones resultan muy atractivas para cucarachas, ratas y ratones, hormigas… Una empresa multiservicios puede acabar con estos incómodos vecinos.

Las plagas que pueden afectar a una comunidad de vecinos

Hasta ahora hemos mencionado a los animales que con más frecuencia invaden las zonas conjuntas de una comunidad de propietarios. Lo hacen porque un lugar como este puede suponer un espacio cómodo para ellos.

Aquí encuentran una forma fácil de acceder, fuentes de alimentación y un sitio en el que refugiarse. Las cucarachas negras y las ratas y ratones suelen ser las principales plagas que atacan a las zonas comunes, mientras que la cucaracha rubia acaba por acomodarse en las viviendas.

No obstante, al margen de estos molestos inquilinos, existen otro tipo de invasores que también pueden invadir los espacios inmobiliarios. Entre ellos destacan termitas, palomas, avispas, chinches, procesionarias, mosquitos comunes, mosquitos tigre…

¿Cómo acceden estos bichos a la comunidad?

Tanto la cucaracha negra como los roedores, aprovechan ciertos enlaces de las casas con el subsuelo. Pueden servirse de las cañerías y la red de aguas residuales, los conductos de electricidad o las tuberías del agua sanitaria.

También pueden aprovecharse de todas aquellas grietas y fisuras que pueden existir en el suelo. La mayor vía de acceso puede ser a través de los cuartos de controles técnicos (ascensores, contadores eléctricos…). Otros lugares por los que llegan a la comunidad es a través de la zona de parking, trasteros y cámaras que existan bajo la edificación.

Por su parte, la cucaracha rubia elige los cuartos de baño y las cocinas para instalarse. Llegan a estas ubicaciones a través de las envolturas de los alimentos que compramos. Son capaces de pasar meses sin que seamos capaces de detectarlas. Mientras tanto se reproducen y, cuando percibimos de su presencia, la colonia ya puede ser de gran tamaño.

Es lo mismo que ocurre con las chinches, que generalmente se introducen en casa a través de los equipajes, por lo que suelen detectarse en los dormitorios.

Cómo librarse de una plaga

El peligro de que las cucarachas y los roedores puedan acceder y refugiarse en la comunidad de propietarios está completamente proporcionado con la cuantía de productos que se almacenan en ella. Tampoco podemos obviar el número de acceso y lo fácil que una infraestructura mal controlada puede ponérselo a estos molestos visitantes.

Hay que dejar muy claro que cuanto más movimiento y cantidad de cosas se almacenen, mayor será el riesgo de que el inmueble acabe infestado. Esta premisa hace imprescindible que se vigilen muy bien cuestiones como el estado del saneamiento. También deben sellarse las conducciones que pasan por el subsuelo: tuberías, bajantes, sumideros, conducciones eléctricas, trazado telefónico…

En BlueTietar somos conscientes de que, además de todos los pasos que hemos comentado, es necesaria la actuación profesional. Somos los indicados para realizar el tratamiento de eliminación y proseguir con las labores de prevención de plagas. Con estas medidas se pueden cancelar cualquier vía que permita que entren, aniden, proliferen y se diseminen.

¿Hasta qué punto es importante la actuación profesional?

Nuestro personal cualificado está formado para detectar plagas incluso cuando aún no han sido percibidas por los propietarios de la comunidad de vecinos. Para los residentes, una plaga solo es visible cuando ya es tarde y se ha perdido el control sobre ella.

Hay que tener en cuenta que por cada cucaracha que se ve, existen más de doscientas que permanecen en su escondite. La reproducción de estos insectos es tremendamente veloz. Una simple revisión trimestral, realizada por especialistas, permitirá saber si existe una plaga, lo que posibilita la actuación inmediata.

El trabajo que realizamos lo hacemos cumpliendo los requisitos de los Programas de Actuación de Gestión de Plagas. Gracias a ellos se determinan los procesos a seguir para la prevención y el control que se necesitan. De este modo se consigue cumplir con las condiciones sanitario-ambientales idóneas para prevenir la aparición de plagas.

Además se lleva a cabo de manera que se minimicen los riesgos para la salud y el medio ambiente. De este modo, se puede mantener el control y la conservación de unas instalaciones desocupadas de insectos y roedores.

Como empresa especializada en el control de plagas, podemos acabar con cualquier infestación que se produzca en sus instalaciones. No obstante, resulta prácticamente imposible impedir la entrada de los invasores si no se trabaja en estrecha colaboración con los propietarios. Es la comunidad quien debe ocuparse del mantenimiento de las instalaciones para que no se les facilite el acceso a través de desperfectos e infraestructuras deficientes.

Por último, es importante que las personas que vayan a llevar a cabo el proceso contra las plagas, estén perfectamente formados. Ellos conocen los productos biocidas que se emplean para estas operaciones. Del mismo modo, saben cómo se aplican técnicamente y poseen toda la información biológica acerca de la especie invasora.